Fertinagro Organia, empresa del grupo Fertinagro Biotech especializada en el desarrollo de fertilizantes orgánicos y ecológicos, es neutra en huella de carbono por tercer año consecutivo, al compensar el total de sus emisiones (973 t.) a través del programa CeroCO2 de ECODES.
Asumiendo su corresponsabilidad para mitigar los efectos del cambio climático y su compromiso con la sostenibilidad, Fertinagro Organia lleva midiendo su huella de carbono desde hace años, en los que ha identificado oportunidades de ahorro de costes, ha cuantificado mejor los consumos de su actividad productiva y ha calculado así, el consecuente impacto que esta actividad tiene sobre el clima. De tal manera que ha podido implementar mejoras que han reducido paulatinamente su huella
Con este programa de compensación de emisiones ha llegado a neutralizarla, aportando una cantidad económica proporcional a las toneladas emitidas a proyectos limpios en países en desarrollo, consiguiendo con ello gran impacto socioeconómico y ambiental.
Las centrales, localizadas en las provincias de Sichuan, Chongqing, Yunnan y Guizhou, -desde las zonas subtropicales del sur hasta la meseta tibetana-, utilizan saltos naturales de varios ríos asiáticos como el Yangtsé, río de la Perla, Mekong, Salween y el río Rojo, para generar energía renovable que les permite el desarrollo sostenible, sin emisiones nocivas ni para la gente ni el planeta.
Técnicamente, estas centrales hidroeléctricas funcionan sin presa, evitando los problemas de construcción de estas infraestructuras como son las inundaciones, reasentamiento o impactos ambientales sobre la flora del río. Convierten en electricidad la fuerza del agua que fluye a través de una tubería de carga gracias a una diferencia de altura natural.
La reducción de las emisiones resulta de la sustitución de centrales térmicas de carbón por centrales hidroeléctricas limpias. Destacan los impactos positivos que el proyecto supone para los habitantes de estas zonas ya que se genera trabajo, se invierte en carreteras que mejoran las conexiones, facilitan la vida y promueven nuevas oportunidades de desarrollo sostenible.
También incrementa las oportunidades de cultivos de los agricultores al construir y disponer de nuevos canales de riego. Y por supuesto, reduce el impacto ambiental. La electricidad generada mejora la viabilidad de la red; la disminución del uso de leña para la luz y calefacción provoca menor deforestación y menor erosión del suelo, y el menor uso de generadores diesel mejora la calidad del aire y mitiga la contaminación con dióxido de azufre y óxido de nitrógeno.